La traducción al español de este anglicismo es imposible, es por eso que en estas latitudes se hable de escalada urbana para referirnos a él. Como su propio nombre indica consiste en la escalada de las fachadas de los edificios u otras estructuras urbanas. Es una modalidad muy peligrosa si se hace sin protección alguna, además de ser ilegal en la mayor parte del mundo. Es por ello que los aficionados a este tipo de escalada suelen realizarlo con nocturnidad e ilegalidad. Muchos de ellos acaban en el calabozo al encontrarse a las fuerzas de seguridad esperándole a su llegada a la cima.
El primer ascenso documentado de este tipo se remonta a 1895 cuando el gran alpinista Geoffrey Winthrop Young empezó a escalar por los tejados de Cambridge, Inglaterra. Los estudiantes de aquella ciudad universitaria llevaban años escalando por las estructuras de la universidad, sin embargo Young escribió y publicó una guía de cómo escalar el Trinity College, uno de los edificios más emblemáticos de Inglaterra. Más tarde en 1905, escribiría otro pequeño volumen titulado bouldering, una parodia del montañismo.
Práctica de la escalada de edificios
Desde entonces, muchos son los que han practicado este tipo de deporte. Por ejemplo Harry H. Gardiner ascendió exitosamente más de 700 edificios en Europa y EE.UU, en ocasiones con ropa de calle y sin equipamiento especial. Fue un auténtico pionero y precursor de la modalidad. Aunque el que tiene el record en este sentido es George Polley que desde 1910 hasta su muerte escaló más de 2.000 edificios y estructuras varias.
Durante los felices años 20, el Buildering se puso de moda en Nueva York, ciudad donde se estaban construyendo los edificios más altos del mundo hasta ese momento. Tal fue la fiebre por trepar por los rascacielos que las autoridades tuvieron que legislar en su contra a mediados de la década y tras varias tragedias que costaron la vida a algunos osados aventureros.
La experiencia de la boulder en cristal
La respuesta se puede apreciar muy bien en las fotos que la agencia AP tomó de Steve durante la subida. La única forma de escalar una pared de cristal a día de hoy es usando una especie de ventosas de gran tamaño denominadas copas de succión. Incluso así, es un proceso arto complicado.
Las ventosas de succión industriales son herramientas que se utilizan para que los obreros que trabajan con vidrio puedan sujetar y transportar láminas de cristal de gran tamaño de forma mas que segura (para ellos y para el cristal). No son simples ventositas, aunque funcionan por el mismo principio, una válvula saca el aire entre la ventosa y el cristal, genera un vacío y una presión mas baja que a la atmosférica que mantiene la copa de succión firmemente anclada a la superficie.
Con el paso de los años, la disciplina se extendió por todo el mundo, a pesar de que fue en su lugar de origen donde más se practicó, llegando a escribirse multitud de libros y guías que son muy populares entre los estudiantes de Cambridge. Aunque durante una temporada no hubo reminiscencia de esta práctica, la llegada de la era digital e internet ha posibilitado una mayor visibilidad de este tipo de escalada. En efecto en youtube pueden encontrarse infinidad de vídeos sobre el tema, tanto por parte de amateurs como de profesionales.